Como ya les comentamos el día anterior vamos a repasar de la mano de Katamanía qué diferencia un vino de otro. Lo primero que vamos a tener en cuenta será el color.
1. EL COLOR
Cuando nos sirven la copa observamos qué COLOR, TONO e INTENSIDAD tiene.
1. a) EL COLOR. Es la parte más importante de la fase visual. Ofrece mucha información: sobre la elaboración, la conservación, la edad, su estado… Para apreciar el color mejor hacerlo con luz natural y un fondo blanco.
1. b) El TONO. Nos informa sobre la edad del vino, el tipo de uva y el proceso de elaboración.
Si son vinos violáceos son vinos jóvenes. Con el paso del tiempo primero se enrojecen (crianzas) y después tienden a naranjas (gran reservas).
Lo observamos tumbando la copa y viendo el borde del vino en forma de medialuna (eso es el ribete o menisco).
1. c) LA INTENSIDAD. También nos habla de la edad, pero además del tipo de uva y cuerpo (ligero, medio o potente).
Si miramos el vino desde arriba y vemos nítidamente nuestros dedos sujetando la copa, sabremos que tiene cierta edad el vino. Estos serían vinos de intensidad baja.
Si aplicando la misma técnica, los dedos sólo se intuyen o no se ven. Estaremos hablando de vinos de intensidad alta. Generalmente son vinos con juventud o con uvas muy tintadas.
¿Lo has entendido? Genial, ya sabes los primero en lo que te debes fijar al servir un vino, su color, tono e intensidad.
¿Lo has entendido? Genial, ya sabes los primero en lo que te debes fijar al servir un vino, su color, tono e intensidad.
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