miércoles, 25 de septiembre de 2013

Cata de vino. 2. El aroma en la nariz

Continuamos con la cata de vino de la mano de Katamanía que comenzamos en el inicio de esta semana. Después de haber realizado la fase visual observando su color y tonalidad pasaremos a la segunda fase, la olfativa.

2. EL AROMA EN LA NARIZ

Al servir el vino en la copa, el ambiente se impregna de AROMAS que viajan en el aire a través de los elementos volátiles del vino (principalmente el alcohol). Al catar, reconoceremos el TIPO DE AROMA y la INTENSIDAD AROMÁTICA. 

2. a) El TIPO DE AROMA. Nos informa principalmente del proceso de elaboración, si ha tenido o no crianza en barrica. Y además, disfrutaremos de las diferencias aromáticas de cada variedad de uva. 

Generalmente los vinos jóvenes tienen aromas frutales, florales, vegetales y minerales. Los vinos con crianza, además pueden destacar confitería y animal. Y los vinos con una crianza más larga, destacan por tener aromas a fruta madura, tostado, madera, bálsamo y especias.


2. b) LA INTENSIDAD AROMÁTICA. Generalmente nos explica la cantidad de material volátil de un vino. 

Un vino que huele nada más servirse, es un vino INTENSO, un vino que huele al acercar la nariz a la copa es un vino MEDIO. Y si el aroma sólo aparece al agitar la copa, es un vino CORTO de intensidad. 

TÉCNICA para reconocer los aromas: Al principio, oleremos el vino a copa parada con unas cortas y continuas aspiraciones, reconocemos así los aromas propios de la uva. 

Cuando queramos amplificar y despertar los aromas de la elaboración, agitaremos la copa. El proceso lo podemos repetir tantas veces como el aroma lo permita. Vinos complejos, nos dan aromas variados y cambiantes. 

CUIDADO: el vino pasa mucho tiempo dentro de una botella, si al abrirlo no aparece un aroma agradable. Deberemos decantarlo o dejarlo un tiempo con la botella abierta. 

¿Lo has entendido? Genial, ya sabes lo segundo en lo que te debes fijar al sostener una copa, SU AROMA, TIPO e INTESIDAD. 

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